BENDICIÓN
Las poesías fluyen a mí
como palabras divinas.
Al escucharlas yo siento
mucha paz y mucha dicha.
Padre, sé que Tú me amas,
sé que me hablas
y con estas palabras
le das fuerza a mi alma.
Aunque sordos mis oídos
escucha mi corazón
y tus palabras reflejo
toda llena de emoción.
Padre, yo no me merezco
tanta dicha y tanto amor,
pues Tú amor yo lo siento
dentro de mi corazón.
Lágrimas fluyen en mis ojos
y no son de dolor.
Son de amor y gozo,
por tener Tú bendición.
María Luisa Carrión
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